Es uno de los empresarios más prestigiosos de la Comunidad Valenciana. Su compañía, Grupo Palma, presente en sectores tan diversos como el automóvil, la construcción, la enseñanza, o la sanidad, ha notado la crisis en su facturación, y ha tenido que reducir personal. Pero lo importante para Manuel Palma es que todas las empresas siguen abiertas, y en ellas trabajan más de 400 personas.
¿Cómo afronta la crisis el Grupo Palma?
Con dificultades, como todos los empresarios, pero con los pies en el suelo, tomando medidas para reconducir la situación y trabajando más que nunca.
¿Ha afectado a sus empresas y a sus empleados?
Nos ha afectado. Sobre todo en el sector del automóvil y algo en el inmobiliario, hemos reducido la facturación un 40% respecto a 2007, y el personal en un 30%, pero lo importante es que seguimos con todas las empresas abiertas y nos hemos adaptado a la nueva situación.
¿Es diferente en cada sector?
Sin ninguna duda, en educación nos va mucho mejor, en servicios sociales casi igual y el automóvil es donde más estamos notando la crisis.
¿Cómo la vive usted?
Con resignación y optimismo, pienso que de todas las crisis se sale fortalecido y estoy convencido de que cuando mejore la situación económica en España, Grupo Palma será mucho más líder que antes de la crisis.
¿Se puede sacar algo positivo de ella?
En una crisis es donde más se agudiza el ingenio, y más se aprende. Poco a poco las empresas y los trabajadores están siendo mucho más competitivos. Los que no lo son se quedan en el paro, en el caso de los trabajadores, y cierran, en el caso de las empresas.
¿Existe el estilo Palma? ¿En qué consiste?
En hacer las cosas mejor que la competencia o de manera diferente. Pero si es diferente debe ser con la condición de que sea beneficioso para el cliente. Mi filosofía siempre ha sido clara. Si haces lo mismo que tu competencia, ¿Por qué los clientes van a venir a hacer negocios contigo?
¿Esta seguro de que un cliente satisfecho es la mejor de las estrategias empresariales?
El cliente es el jefe, es el que paga las nominas de todos. Si el cliente te abandona, la empresa cierra y los trabajadores se van al paro, creo que no existe ninguna duda de que un cliente satisfecho es la mejor estrategia.
¿Sus empleados piensan igual que usted? Cuénteme algo del manual de funcionamiento que les reparte…
El manual de funcionamiento de Grupo Palma es el mismo que se entrega a todas las personas del grupo. Sea del sector que sea, recoge nuestra filosofía, nuestra forma de pensar y de actuar, como tienen que tratar al cliente y que esperamos de ellos.
¿Es cierto que el grupo Palma ha crecido adquiriendo empresas con problemas?
Siempre he tenido la teoría de que no hay que comprar empresas que vayan bien, sino todo lo contrario, empresas que vayan mal. Y como tengo el convencimiento de que somos buenos gestores, las reflotamos y las hacemos viables. Hasta ahora nos ha salido bien, aunque también hemos tenido problemas.
¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
Me gustan las dificultades. Yo entro de lleno en la gestión de las empresas cuando van mal, y aunque le dedique muchas horas nunca me ha pesado, cuando van bien ya les dedico menos tiempo.
¿Siempre tuvo confianza en su éxito?
El éxito no existe, lo que existe es el trabajo. Si trabajas mucho y con pasión las cosas suelen salir bien.
¿Conserva todavía el billete de tren que le trajo a Valencia? ¿Recuerda que quería entonces?
Fue el 25 de octubre de 1981. Si entonces me hubieran dicho que hoy estaría en la situación que me encuentro habría pensado que era una broma. La verdad es soy trabajador y soñador, pero nunca pensé que haría tantas cosas como he hecho en estos años.
¿Qué le gustaría hacer que todavía no haya hecho?
Si miro atrás estoy satisfecho de lo que he hecho. Si miro el presente, lo realizado es insignificante con respecto a lo que aún queda por hacer. Mientras tenga buena salud seguiré liderando proyectos de todo tipo.
¿Ha padecido el fracaso de un proyecto?
Si, muchas veces he fracasado. La suerte es que muchas más veces he acertado y el balance es positivo. El que tiene miedo al fracaso nunca acierta.
¿Cómo consiguió abrir los 365 días al año sin problemas?
Porque lo que abro todos los días del año son los talleres, no las exposiciones de ventas. Se puede abrir el taller donde te reparen el vehículo pero no donde te lo venden. Un cliente puede decidir cuando comprar un vehículo pero no puede decidir cuando se le va a averiar, y nosotros somos los únicos en la Comunidad que abrimos todos los festivos del año.
¿Cómo va la escuela de empresarios que preside y que tiene como vicepresidente a Juan Roig?
EDEM será una de las mejores escuelas de España en pocos años. Hacemos cursos únicos en el mundo, como el 15×15 en el que 15 grandes empresarios explican el modelo de negocio de sus empresas.
Usted dijo que nunca se metería en política porque la sociedad perdería un buen empresario y ganaría un mal político. ¿Qué le hizo cambiar de opinión?
La situación económica es crítica y la administración pública gestiona el 50%. Creo que ha llegado el momento de que los empresarios arrimemos el hombro y aportemos nuestra experiencia para gestionar las administraciones públicas. Es un préstamo de mi tiempo al municipio donde vivo.
También apostaba por una fusión de las cajas valencianas ¿Cómo ve ahora el panorama?
No es la situación que más me guste, y estoy seguro que lo que ha ocurrido no es lo mejor para nuestra comunidad, pero ahora no podemos perder el tiempo en lamentaciones. Tenemos que seguir trabajando con lo que tenemos y luchar para que en el futuro esta situación revierta. Las cajas terminarán siendo bancos privados y si el tejido empresarial valenciano crece más que el resto de España, en el futuro podemos ambicionar comprar algún gran banco.